Este artículo fue publicado en el Revista Palca nº32. Ver revista completa

Tengo setenta años, muchos de los cuales han estado relacionados con el deporte. He tenido una vinculación intensa y he practicado Lucha Canaria, Fútbol, Fútbol Sala, Pesca Submarina, Senderismo y mi contacto con el Deporte Escolar ocupó casi todos los años que fui docente.

Puedo asegurar, desde mi punto de vista, que salvo el Senderismo, por lo que supone esa sensación de estar con y dentro de la naturaleza y el Deporte Escolar, con esa limpia mirada en la expresión más lúdica, puedo asegurar, repito, que no hay nada como la Colombofilia, ese deporte ciencia afición, una vez que llegas a entender lo que significa el mundo de la Paloma Mensajera.

Tengo palomas desde los doce años y con frecuencia vienen a mi memoria recuerdos de palomas, palomares y amigos de aquellos tiempos que compartíamos esta afición, y estoy por afirmar que lo que se aprende de ellas, a poco que seas un buen observador, en relación con su expresión, su plumaje, su conformación atlética, su ternura, su arrogancia, su fidelidad por volver a su palomar, a su nido, etc. lo que captamos en este periodo de nuestra vida es fundamental para llegar a ser un buen colombófilo.

Nunca más volverás a mirar a una paloma con los mismos ojos que lo hacías en la pubertad.

Poco a poco te vas introduciendo en este mundo y te das cuenta que es la observación de la paloma, nuestras atletas del aire, lo que te va conformando como colombófilo a lo que has de añadir conocimientos de entrenamientos, alimentación adecuada en cada época del año y, si me apuras, tendrás que saber de su anatomía y hasta ser, digamos, un “experto veterinario” puesto que se imponen temas como la prevención, la curación y la vacunación, máxime cuando, como en otras facetas de la vida, hoy nos han llegado distintas enfermedades y hay que estar al loro. Para todo esto debemos mantenernos en contacto con veterinarios y que ellos sean los que nos marquen los pasos a dar para que nuestras palomas estén preparadas para el fin que las hemos criado: La Competición.

Si les digo que no hay nada más apasionante, dentro del deporte, como el estar esperando tus palomas, y si es de sueltas complicadas mucho más, en la intimidad de tu palomar, no te engaño. Llega a ser tal la relación entre tú y tus palomas, y no digamos nada cuando se trata de un ejemplar de valía, que a veces te puedes comunicar con ella a través de gestos, y lo que digo es realidad, pues solo con verla ya sabes, salvo situaciones que se te pueden escapar, si está en la forma conveniente para poder aceptar el reto que se les va a exigir que puede elevarse a distancias de más de1000 km. aunque los 400 km, en Canarias, ya es una distancia considerable.

Allí estás tú y tus palomas para decidir en el convencimiento de que ellas, si pueden, no te van a fallar, por lo que tenemos que ser honrados con esos fieles atletas, poniendo en ellos los conocimientos adquiridos a través de los años entre, no cabe duda, lo que te han comunicado muchos aficionados y lo que has adquirido por medio de lecturas de personas cualificadas puede ser determinante para obtener lo que perseguimos: el éxito. Éxito que se comparte con nuestras palomas, alguna de las cuales tienen, para recordarlas, su foto en algún lugar adecuado de nuestra casa o en los palomares y sociedades.

Aquí tratamos de otra cosa, de algo que entrando en nuestro argot solo entendemos, cuando hablamos entre nosotros, los colombófilos.

Es un mundo apasionante hasta donde tú quieras y lo es también porque como en ningún otro deporte este se desarrolla casi todo entre tú y tu paloma, y en momentos puntuales no hay distancias, más bien una relación de intimidad en el silencio de nuestra comunicación.Tú serás su entrenador, su confidente, su responsable y nunca su dueño puesto que en un estado como este no puede haber amo y asalariado.

Al margen de que la colombofilia puede llegar a ser satisfactoria o triste, en un escaso margen, dentro de las posibilidades que se puedan producir, nunca irán las quejas sobre nuestras queridas palomas. Más bien cada fracaso es un motivo de reflexión para nosotros mismos.

Pero no todo se queda en la competición, no. Si esto se mantiene así sería un hecho triste puesto que el deporte depende también de una serie de valores deportivos y humanos que es lo que en verdad da sentido a que nos dediquemos a esta faceta tan hermosa de la vida.

El conocimiento de muchas personas que aportan sus experiencias en charlas distendidas fuera de todo interés; las relaciones entre los buenos amigos, incondicionales, que no solo comparten esa amistad sino que también intercambian ejemplares especiales o sus descendientes para engrandecer nuestros palomares; nuestras familias, sobre todo cuando estas se implican en nuestros éxitos y en nuestros fracasos, a las que les quitamos mucho tiempo de nosotros y a todas estas cosas y a muchas otras habría que añadir. Y esto lo digo por experiencia propia, que en ciertos momentos de nuestras vidas, las palomas, pueden llegar a ser una valiosa ayuda para superar momentos difíciles y una eficaz terapia para retomar el normal transcurso de nuestra existencia.

No, no estoy exagerando y lo puedo decir porque lo he probado en mi mismo.

También se podría entender que estoy sufriendo un trance romántico y que muestro solamente el punto idílico de la Colombofilia. Lo comprendería.

Pero al mismo tiempo me considero una persona realista y se que no todo es de color de rosa en la Colombofilia. Indudablemente que no lo es, pues como en todo deporte somos los participantes los que lo llevamos a situaciones incongruentes y mezquinas, tanto desde el punto de vista deportivo como del social y humano. Y no digamos nada cuando de por medio hay intereses económicos y a veces hasta políticos. Entonces apaga la luz y vamos.

Creo sinceramente que hay una indudable falta de educación deportiva en toda la extensión de la palabra.

Mas me reafirmo en todo lo que he dicho al principio; pero esto también existe.

Yo me quedo, a mis años, con lo primero y siempre he intentado favorecer, y lo seguiré haciendo, aquello que pudiera ser mejorado aún con nuestras limitaciones humanas.

Pero que quede bien sentado que lo principal de todo lo que envuelve a la Colombofilia son Las Palomas y, por lo tanto, tenemos que ser muy
honestos con ellas.

Muy honestos.

Francisco J. Antequera Amor
Colombófilo

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